La epidemia del tornillo sobrante (orígenes)

¿A ti te sobran tornillos?

Limpiar el polvo de nuestra computadora puede ser la diferencia entre funcionar y no hacerlo, actualmente una práctica tan sencilla e importante trae consigo ciertas situaciones que podrían significar problemas en algún dispositivo interno.

Cabe mencionar que los tornillos tienen un propósito especial, según el componente que deban fijar pues existen cerca de 8 tipos de tornillos para un gabinete promedio.

Un ejemplo que describe mejor esta situación es el de las unidades de disco ópticas, donde no se pueden reemplazar los tornillos por cualquier otro, debido a que poner tornillos de diferentes tamaños sobre roscas de diferente diámetro podrían generar algún daño, incluso un tornillo flojo podría afectar las condiciones futuras del dispositivo en cuestión.

Curiosamente todas las personas que se desarrollan en el área de informática tienen una historia que contar, donde el papel protagónico pertenece a algún tornillo que por alguna mística razón no volvió a ver el lugar propósito al que fue destinado.

Y es que durante la etapa de aprendizaje acerca de brindar mantenimiento preventivo a PC’s, se descubren una serie de errores comunes como: la capacidad de encontrar tornillos extra después de ensamblar, olvidar conectar algún componente o alguna variante más extrema como lo es olvidar herramienta dentro del gabinete.

El factor humano tiene una amplia lista de circunstancias que desencadenan este fenómeno del “tornillo sobrante”, entre ellos destaca la falta de atención, inexistencia de orden, desconocimiento de componentes y mala memoria.

¿Qué podemos hacer los simples mortales ante esta situación?

Probablemente no es muy práctico memorizar el nombre y las funciones de cada tornillo, no es esencial, pero si podemos ser observadores ante los detalles que caracterizan su función y su ubicación.

Además de tener especial cuidado con posibles caídas y campos magnéticos que comprometen las condiciones óptimas del equipo; se recomienda seguir una rutina de mantenimiento propuesta por fabricantes o fuentes confiables como talleres gratuitos provenientes de universidades. Resaltando esta condición, realizar un mantenimiento preventivo eficaz, requiere de cumplir con un inventario que detalle aspectos técnicos como lo son: información del fabricante, actividades involucradas y fechas.

También puedes crear un sistema de etiquetado de hardware, colocando una marca para el tornillo que coincida con otra marca en las entradas, de tal forma no habrá equivocaciones.

Y para el inventario…

Llevar un seguimiento y control de las tareas de mantenimiento garantiza reducir fallos a la hora de ensamble, además de entender el estado actual de cada elemento. Enfatizando esta parte, se debe saber qué información se va a registrar y una vez identificada se procede a realizar un listado más detallado de las características, como la siguiente:

  • Marca/ Modelo/ Número de serie
  • Código (si tuviese)
  • Estado del bien
  • Responsable del equipo
  • Ubicación
  • Fecha de compra
  • Fecha de instalación o eliminación y actualización
  • Valor de compra
  • Vida útil
  • Servicios de reparación

Personalmente durante la preparatoria recuerdo que después de dar mantenimiento siempre nos sobraban tornillos o los extraviábamos, sinónimo de nuestra limitada experiencia. Fue entonces que entendí que un pequeño error como lo es, colocar mal o no colocar un tornillo, puede ocasionar catástrofes que requieren un desarme casi total del gabinete para solucionarlo, claro en el mejor de los casos.

Con las recomendaciones que se listaron previamente es posible evitar una avería, pero aun así nunca se está 100 por ciento libre de ellas.

La mejor de las recomendaciones que puede haber para las nuevas generaciones, es la de ser supervisado por alguien que cuente con mayor experiencia en el campo en cuestión.

*Ningún equipo de cómputo fue lastimado para la realización de este artículo

Sarai López Cerón
Sarai López Cerón

Monitoreo, Blue Team en Global Cybersec